Gobierno corporativo: el cimiento de las MIPyMEs duraderas

En México, aproximadamente el 95% de las empresas son mipymes. Muchas de ellas mueren durante el primer año, precisamente porque no hay mecanismos que aseguren permanencia en el tiempo. Uno de esos mecanismos consiste en las buenas prácticas de gobierno corporativo.

“Muchos propietarios de micros, pequeñas y medianas empresas creen que el gobierno corporativo es complejo porque no lo conocen bien.”

Uno de los paradigmas que ha formado una mala concepción del gobierno corporativo: las mipymes lo perciben como algo complejo y costoso porque, bajo su implementación, es más difícil entender el resultado económico de la empresa, porque goza de más subjetividad. Hay fórmulas que demuestran que, con la implementación de los principios del gobierno corporativo, se pueden reducir muchos costos de operación, se puede generar más asertividad en la toma de decisiones y se pueden completar más proyectos en los negocios. Sólo hay que entenderlo y comprenderlo, porque es un abanico de oportunidades tan grande, que puedes hacer un traje a tu medida.

Muchos propietarios de micros, pequeñas y medianas empresas creen que el gobierno corporativo es complejo porque no lo conocen bien. Pero, si se dieran la oportunidad, aprenderían que el gobierno corporativo no es únicamente para los grandes conglomerados, sino también para ellos, ya que ofrece grandes beneficios: reduce cargas burocráticas; hace que los procesos sean más eficientes y transparentes; hay más control y rendición de cuentas; Incluso, la implementación de un buen esquema de gobierno corporativo podría resultar más complejo para una empresa grande, que cotiza en la Bolsa, que para una mipyme.

Un director que quisiera vender su negocio o comprar otra empresa, pero no cuenta con un sistema de gobierno corporativo, se enfrentará a mayores complejidades en el proceso de fusión o de adquisición, porque el proceso involucrará más tiempo y negociación. En cambio, si los principios de gobierno corporativo se implementan adecuadamente, los directivos ganarán una mayor certeza con respecto a lo que se está adquiriendo, potenciando el proceso de adquisición o de fusión, y la empresa contará con los beneficios que los tres niveles de auditoría (legal, financiero y fiscal) que requieren.

El problema está en el  desconocimiento. Los líderes creen que perderán el control en la toma de decisiones; sin embargo, al incorporar a personas especializadas en su ramo al consejo, éste se vuelve mucho más proactivo, porque las discusiones serán más ricas, y porque el resultado de las decisiones que adopten se tomará con mayor asertividad. Es por esto que tanto las mipymes como las grandes empresas deben aprender a estar vigilantes, informarse y romper los paradigmas adoptando las fuentes de información y la evolución que va teniendo el país en este segmento.