Estrategias Para Formar e Implementar un Programa Anticorrupción en el Negocio

Es imposible que alguna organización en este mundo funcione sin transparencia, se ha convertido en un elemento indispensable para el buen gobierno, las estrategias anticorrupción y las buenas pláticas empresariales.

Es relevante puntualizar que la corrupción es un tema de suma importancia, que va más allá de cuestiones morales o de convicción, si no que verdaderamente afecta al desempeño de una corporación y si se llega a permitir, puede acabar en consecuencias dañinas como la quiebra de un negocio. Ya la historia nos ha dado grandes ejemplos de esto, entre los cuales se encuentran empresas como Enron, Tyco International y WorldCom entre otras.

La corrupción se desarrolla en negocios que no tienen un sistema adecuado que funcione tanto para prevenirla como para combatirla, este logro solo se puede dar mediante la institucionalización de un negocio y con ello, la implementación de programas anticorrupción adecuados.

Existen diferentes maneras de institucionalizar una empresa, entre las cuales el gobierno corporativo es la mejor opción, porque con las cualidades y principios de éste, se plantea una forma de estructurar a las compañías con pesos y contra pesos, los que a su vez tienen como resultado la máxima eficiencia en el funcionamiento de un negocio. Algunos principios de gobierno corporativo que sirven para combatir y prevenir a la corrupción son control, supervisión, objetividad y rendición de cuentas, entre otros.

Ahora bien, dentro del gobierno corporativo, un paso de gran importancia para la institucionalización de las empresas, es la creación de diferentes comités los cuales se integran al Consejo Directivo y funcionan como órganos intermedios de apoyo que cumplen funciones específicas. Dichos comités son el de auditoría, el de prácticas societarias, el de nombramientos y retribuciones y el de nominaciones. Para lograr el efectivo combate a la corrupción dentro de la corporación es necesaria la creación de un quinto comité, el cual sea elegido por el voto del consejo directivo y la asamblea de accionistas y que esté dotado de tres facultades fundamentales; independencia, transparencia y sobre todo ética y moralidad, todo esto a la luz de los principios del gobierno corporativo, porque en la medida que se apliquen correctamente, su consecuencia directa es la disminución de la corrupción en el interior de un negocio.

La primera de las facultades es la independencia, que se materializa en que el quinto comité tenga autosuficiencia propia y se vea desligado de los otros cuatro comités, desde cuestiones jurídicas como el hecho de estar apegado a un reglamento propio, hasta para la toma de decisiones, de ahí la importancia que personas relacionadas con la administración o la asamblea de un negocio, ya sea de forma directa o indirecta, no puedan ser miembros de este organismo de manera que su funcionamiento, sea parecido al de los consejeros independientes dentro de cualquier organización.

La segunda de las facultades es la transparencia. Es imposible que alguna organización en este mundo funcione sin transparencia, se ha convertido en un elemento indispensable para el buen gobierno, las estrategias anticorrupción y las buenas pláticas empresariales.

El acceso a la información, resulta ser un componente fundamental para que pueda existir la transparencia, es una condición necesaria que más allá de prevenir actos de corrupción, contribuye a promover un mercado más eficiente y justo, además que la rendición de cuentas resulta ser necesaria en todo actuar de cualquier organismo.

La tercera de las facultades es la ética y moralidad de los miembros del quinto comité. En la medida en la que este comité goce de transparencia e independencia, tendrá autonomía en su funcionamiento, sin que ningún otro órgano se inmiscuya en su esfera de actuación, pero su actuar debe de encontrarse limitado a la razón determinante por la cual fue creado y por ningún motivo deberá de hacer un uso excesivo de sus facultades.

Ahora bien, es determinante que las remuneraciones de este quinto comité, sean establecidas por el comité de nombramientos y retribuciones, que se integra por consejeros independientes cuya función consiste en hacerle recomendaciones al Consejo Directivo sobre las remuneraciones que se le deben otorgar a directores ejecutivos y otros altos cargos.

Lo anterior surge como una forma de reforzar la independencia de este organismo, de manera que sus decisiones y su actuar no se vean mermados por los intereses de las personas que se encuentran en la organización del negocio.

De este modo, un quinto comité que tenga el libre ejercicio ético y moral de las tres facultades mencionadas con anterioridad será un organismo que ayude a evitar la corrupción en el negocio, lo que tendrá como resultado una mayor eficiencia en la producción y funcionamiento de una empresa.


Ver artículo original publicado en Nearshore Americas aquí.

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